En mi opinión y desde mi perspectiva,
Los seres humanos somos feos.
En la naturaleza hay seres vivos hermosos y seres vivos feos,
Nosotros, hombres y mujeres, somos feos.
Los felinos son guapos,
Los gatos de angora, los siameses,
Los leones, tigres, panteras y guepardos.
Son animales preciosos.
Son hermosas algunas aves,
Las águilas, los halcones,
El colibrí es majo.
¿Pero los simios y primates?
Los monos, los chimpancés,
Los mandriles… los hombres somos feos.
Las mujeres también, menos; pero también son feas.
Somos tan feos
Que necesitamos vestirnos,
Taparnos, ocultarnos, camuflarnos
Para ser menos
feos.
Hace mucho tiempo alguien dijo:
-
Es
un pecado ir desnudo.
No porque lo mandase Dios,
Ni porque fuera un profeta,
Porque Dios nos creó desnudos,
El muy hijoputa
Con toda su mala leche,
Sino lo decía porque ir en pelotas
Es un pecado a la
estética,
A la armonía, a la
belleza en sí misma.
Ver cuerpos desnudos tan feos,
Es repugnante.
Claro que como siempre pasa,
Todo se malinterpretó
Y acabamos lapidando a los que iban en
Cueros.
Pero esto es otra parte de la historia.
Es cierto,
Que aunque seamos muy feos
El ser humano es listo,
Es muy inteligente
Y se inventó una manera para no ser tan
Feo.
El griego Praxíteles, haya en los tiempos
De la Grecia clásica,
Hizo unas cuantas
estatuas
Y dijo él:
Quienes se parezcan a mis estatuas serán
Guapas y guapos,
El resto serán feos, tirando a horribles.
Fue la forma de relativizar la evidencia
De nuestra terrible fealdad.
El caballo es hermoso, majestuoso,
Cuando galopa, crin al viento,
Reluce en todo su esplendor y perfección.
El hombre es horroroso
Lo imaginan cuando corre
Con los huevos colgando,
O a las señoras con las tetas dando botes.
Somos feos y ridículos.
Precisamos de un montón de artificios
Para ser menos feos.
Abalorios, joyas, peinados,
Cremas, prótesis.
Conocen de alguna vaca
Que se operase las ubres.
No. Seguro que no conocen de ninguna.
Como tampoco conocerán de ningún
Burro que se pinte los labios
O se tiña las
canas.
Porque nosotros
Los seres humanos somos feos,
Terriblemente feos.
Unos más feos que otros,
Según Praxíteles,
Pero todos, no se engañen,
Horriblemente
feos.
