POEMAS




Un hombre de triste figura.

Un hombre de triste figura
embutido en un gabán,
arrastra sus pies por la vereda
hasta la orilla del mar.

Con una lágrima resbalando por su mejilla
observa el lejano lucero que brilla.
Un mar de dudas los separa,
su luz un día unió sus almas.

Descalzo quiere caminar sobra las olas
para arrullas aquella estrella entre sus brazos
y dejarle un beso
de su corazón hecho pedazos.

Sin mirar atrás,
sin esperanza alguna,
desnudo,
se mete en el agua,
brota una sonrisa en sus labios
mientras el mar lo devora.

Nadie supo del hombre de la triste figura,
que embutido en un gabán
arrastraba sus pies por la vereda
hasta la orilla el mar.












SON TANTOS.

Son tantos
 los versos que te he dado
Que ya no puedo
Amarte cuando
Suenan mis palabras a amargura.
Hemos cambiado
Anhelos por reproches,
Por eso cada noche
Me pierdo
En el mar de la locura.

Son tantas
Las caricias que te he dado
Que ya no puedo
Tocarte cuando
Mi piel esta fría por las dudas.
Se apagaron nuestras luces
Ya sólo somos dos sombras,
Por eso le rezo a la luna
A ver  si nos ilumina
Con un ápice de ternura.

QUISIERA.

Quisiera,
Arrastrarte con mis besos
Hasta el mar de la locura.
Quisiera hincarte
Mis colmillos de amargura.
Que me mecieses
Como a un niño bajo la luna,
En el regazo de tu escote
Desprovisto de armadura.

Perdona,
Si me pierdo entre las sombras,
me meto bajo tu falda,
si me alojo
 en tus sueños de ternura.
Perdona
Si te amo entre palabras,
Si acabo con tu calma,
Si me agarro
en tu fina cintura.

 Pero soy,
Como un halo invisible
Como un viento impredecible
Que azota con violencia
Las murallas de la inconsciencia.
Como un sueño en tu cama,














AY GUITARRA

Llora guitarra, llora,
Llora a mi lado
Las penas y melancolías
Que siente mi alma.
Canta guitarra, canta,
La felicidad y alegría
que me ofrece la calma.
Sueña guitarra, sueña
La ilusión de que algún día,
En mis manos, serás
Poderosa arma.

Ay  guitarra, guitarra mía,
De dulces y desgarradas melodías,
Que me traes a la mente,
Los recuerdos de Andalucía,
De las aguas mediterráneas,
De la altas montañas,
De mis tierras de España.

Como el rumor de las olas
Suenan tus notas,
tímidas y desgastadas,
envolviendo de quimeras
mi agitada alma.


Ay  guitarra, guitarra mía,
Hermosa armonía
Para noches solitarias
De intimidades baldías.
Ay guitarra, guitarra mía,
Me matas con cada nota,
Con cada acorde me das la vida.

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